La filosofía, literalmente: “amor
a la sabiduría”, es un término que se refiere al conjunto de conocimientos que,
de manera racional, intenta determinar las nociones fundamentales que
constituyen y rigen la realidad y el fundamento de la acción humana.
Fruto de este deseo, de esa necesidad que lleva al ser humano a organizar, estructurar y establecer concretamente todo lo que nos rodea y lo que hay más allá, surgen múltiples teorías filosóficas (platónica, aristotélica, agustiniana, kantiana…) como las estudiadas durante el curso.
Fruto de este deseo, de esa necesidad que lleva al ser humano a organizar, estructurar y establecer concretamente todo lo que nos rodea y lo que hay más allá, surgen múltiples teorías filosóficas (platónica, aristotélica, agustiniana, kantiana…) como las estudiadas durante el curso.
Es un hecho que podemos encontrar rastro de estas
cuestiones filosóficas en cualquier cosa que nos rodea: una imagen, un texto,
un anuncio, una canción… Todo es una red infinita en que cada punto influye
sobre todos los demás.
Veamos un ejemplo: en el viaje que El
Principito hace al Asteroide 325, se encuentra con un rey majestuoso, quien con
sus púrpuras faldas, cubría el pequeño planeta; un rey absoluto y universal,
pero que, consciente de las limitaciones, daba órdenes razonables:
—Me gustaría ver una puesta de
sol... Deme ese gusto... Ordénele al sol que se ponga...
—Si yo le diera a un general la
orden de volar de flor en flor como una mariposa, o de escribir una tragedia, o
de transformarse en ave marina y el general no ejecutase la orden recibida ¿de
quién sería la culpa, mía o de él?
—La culpa sería de usted —le
dijo el principito con firmeza.
—Exactamente. Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada
uno puede dar —continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la
razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución.
Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.
—¿Entonces mi puesta de sol?
—recordó el principito, que jamás olvidaba su pregunta una vez que la había
formulado.
¿No nos suena de
nada? Platón,
con su teoría de las almas establece que el ser humano posee un alma procedente
del mundo de las ideas, que se encarna en un cuerpo, y que posee tres partes: la apetitiva; la irascible; y la racional.
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