Una de las obras principales de la literatura
hispano americana y universal, que es Crónica
de una muerte anunciada, donde el enigma de porqué se mató a Santiago Nasar
en realidad esconde el reflejo de la sociedad colombiana que sucumbe a una
moral retrógrada y patriarcal en la que el honor está por encima de la vida de
las personas.
La historia trata de esclarecer el cómo y el
porqué del asesinato a sangre fría de los hermanos Pedro y Pablo Vicario sobre
su amigo de la infancia Santiago Nasar. Para ello nos narra todo lo que ocurrió
las horas previas, en las cuales se relatan las sensaciones y los actos de cada
personaje y se recuerda las acciones anteriores que llevaron al acto final de
carácter trágico.
En mi opinión esta obra me transmite cómo la
fuerza de la moral de las personas y de la sociedad convierte uno de los
lugares más paradisíacos del mundo en el escenario de una tragedia que nada
tiene que envidiar a las tragedias clásicas griegas. ¿Tiene sentido el
asesinato de un amigo para salvaguardar el honor de una familia entera? En la
sociedad actual la respuesta sería sencilla, nadie cometería un asesinato por
esta razón. ¿Pero cómo pudo a principios del siglo XX haber estos pensamientos
en una sociedad? La solución a esta cuestión puede tener relación con la
economía o con la evolución histórica de la población. Según Descartes esto
estaría relativamente justificado como expone en una de sus máximas morales: “Es conveniente obedecer las leyes,
costumbres y
hábitos del país donde se vive, así como también conservar la tradición
religiosa y tener en cuenta los caminos más moderados en todos los sentidos de
la conducta”. Yo, por mi parte, me encuentro en completo desacuerdo con esta
afirmación, ya que el asesinato se ha llevado a cabo en la línea de las
costumbres y hábitos del país, instaurados en gran parte por la moral religiosa
cristiana. Creo que la reflexión y el poner en duda las directrices de la
sociedad es lo que ha llevado al ser humano a desarrollarse y olvidar estas
prácticas anticuadas y que en mi opinión corrompen al hombre, deshumanizándole.
Por ello los jóvenes de hoy en día, a pesar de la educación recibida por sus
padres, deben cuestionarse y reflexionar sobre si lo aprendido es correcto o no.
Por consiguiente deben actuar en consonancia con la reflexión que hayan hecho
de lo aprendido y modificarlo según su percepción. Al contrario que con
Descartes, me encuentro en completo acuerdo con la concepción de una de las
definiciones del imperativo categórico de Kant: “Actúa para que la máxima de
tus acciones se convierta en máxima universal”. Una de mis máximas universales
es el respeto al ser humano por el simple hecho de serlo. Por ello, a pesar de
que esta crónica escrita por el maestro Gabriel García Márquez se haya
convertido en uno de mis libros preferidos, jamás entenderé como los hermanos
Vicario y todo el pueblo donde transcurre la historia pueden permitir un
asesinato de tal calibre por la simple justificación de una idea tan medieval
como el honor.
Recomiendo a todos los lectores de este
blog la lectura de esta magnífica obra que a mí, en particular, me ha hecho
reflexionar sobre la estructura de la sociedad y la moral.
Robin Hood
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