martes, 19 de mayo de 2015

El RENCOR

El rencor y el resentimiento aparecen cuando rememoramos situaciones o momentos que nos han provocado la emoción intensa de rabia e ira. Muchas veces canalizamos mal estos sentimientos obligándonos a vivirlo una y otra vez sin ser conscientes de que estamos atándonos y encadenándonos a esas situaciones que nos han hecho sentir mal una vez, y dejando que nos sigan perjudicando.
La inteligencia emocional enseña que ninguna emoción es buena o mala por sí misma, estas son únicamente adaptativas. El problema viene cuando esas emociones dejan de sernos funcionales y sus consecuencias comienzan a ser negativas.
La rabia o la ira son sensaciones que nos predisponen para la lucha. Nos producen calor en la cara y tensión en los brazos. Una pequeña dosis de estas emociones nos permite afrontar determinados problemas. El problema comienza cuando el dolor que nos produjo esa sensación es revivido una y otra vez, haciéndonos sentir ese malestar de ira contenida. Es algo muy perjudicial para nosotros, sin embargo no tomamos medidas y permitimos que siga consumiendo nuestra energía. El odio no afecta a la persona odiada sino al que odia, al que lo revive, sufre y busca venganza.
Para poder liberarnos del rencor, liberarnos de la carga y de la atadura que nos proporciona “odiar” o “guardarle rencor” a alguien por algo que nos ha hecho en algún momento, hay que entender bien cuáles son sus consecuencias:
Los siguientes ejemplos son buenos para demostrar cómo afecta el rencor en nuestra vida, nuestro bienestar y nuestra armonía:

1)   Dos hombres fueron injustamente encarcelados. Compartiendo celda en prisión durante  varios años, soportaron todo tipo de maltratos y humillaciones por los carceleros. Una vez en libertad, se encontraron años después. Uno de ellos preguntó al otro: – ¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros? – No, gracias a Dios ya lo olvidé todo – contestó – ¿Y tú? – Yo continúo odiándolos con todas mis fuerzas – respondió el otro. Su amigo lo miró unos instantes, luego dijo: – Lo siento por ti. – Si eso es así, significa que aún te tienen preso.

2)   Se trata de un día en clase donde el tema que toca tratar es “el resentimiento”. El profesor mandó a los alumnos lleva un saco con papas cada uno. Ya en clase, cada alumno tendría que poner en una papa el nombre de una persona a la que odiase y meterla dentro del saco. Durante una semana, tendrían que llevar con ellos el saco con las papas que hubiesen metido a donde quiera que fuesen. Todos se dieron cuenta de que cargar con ese peso les quitaba tiempo para pensar en cosas realmente importantes. Dedicaban demasiada atención a aquellas papas que estaban pudriéndose en sus sacos.

Con estos ejemplos vemos claramente la carga emocional que nos da guardar rencor, el desgaste mental incluso corporal, el malestar. Todos sus efectos son negativos y perjudiciales para nosotros. Perdonar, por tanto, no es un regalo para aquel que nos ha hecho mal, ni siquiera es darle la razón. Perdonar es liberarte de una carga dañina y negativa que te desgasta y te puede llevar a la infelicidad, a la violencia.
Desde la perspectiva del Budismo, el perdón significa la habilidad de renunciar a la ira y el resentimiento, viviendo el presente sin distracciones basadas en el pasado o el futuro. Guardar ira es herirte a ti mismo. Buda ya dijo “aferrarse a la ira es como aferrarse a una brasa candente con la intención de tirársela al otro; tú eres el que se quema.”
En conclusión, la falta de perdón es un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. La falta de perdón te ata a las personas que te han hecho mal mediante el resentimiento, te encadena.
Yo creo que si todos fuésemos conscientes de los efectos del rencor en nosotros y de sus connotaciones negativas sería mucho más fácil llegar a la felicidad individual (y por tanto de la sociedad en general como ya dijeron muchos filósofos). Si el perdón estuviese presente podrían evitarse luchas que duran siglos como las de las religión, o simplemente el odio que lleva toda la vida presente en dos familias por algo que pasó hace tiempo, o incluso problemas dentro de la propia familia.
Siempre que el perdón este presente, desaparecerá el rencor y eso nos permitirá ocuparnos de cosas más importantes y necesarias. En general acabaríamos con muchos otros problemas en el mundo, con luchas innecesarias e interminables que buscan siempre la venganza. Por tanto, es importante que todos fuésemos conscientes de esto.
                                                                                                                                 M.M.M

 Biblio y webgrafía:
Los textos con moraleja: Libros de fábulas de coaching.
http://www.inteligencia-emocional.org/

No hay comentarios:

Publicar un comentario