viernes, 20 de marzo de 2015

LA EDUCACION EN ROUSSEAU Y SU POSIBLE APLICACIÓN EN LA ACTUALIDAD

Para Rousseau, la educación tenía que salirse del modelo que estaba implantado en la época (s.XVIII), que era puramente memorístico y que se refleja en el refrán “la letra con sangre entra”. Por ello dio unas pautas o un modelo nuevo de educación más difícil de llevar a la práctica, pero más efectivo.
Rousseau propuso una educación basada en los principios de no hacer mal a nadie y de tolerancia, que uniéndose forman la educación natural, que debe estar fundada en la psicología del niño que debe ser conocida por el pedagogo, quien tendrá que ser su guía y el impulsor de su desarrollo.

Esta educación debe tratar de fomentar la espontaneidad del niño, respetando siempre sus ideas (haciendo que no adopte las verdades de los adultos de una manera irracional), y poniéndole además en contacto con la naturaleza y la vida.
Estableció, para llevar a cabo su propuesta de educación, cuatro ciclos educativos que se adaptan a la edad de los niños:
  • Hasta los cinco años, en el que se presta atención al cuerpo.
  • De los cinco a los doce años, en el que se educan los sentidos.
  • De los doce a los quince, el cerebro.
  • De los quince a los veinte, se educa el corazón.
En mi opinión, este sistema educativo que proponía Rousseau es muy interesante, sobre todo en comparación con el memorístico, ya que es muy diverso y completo (ejercita el cuerpo, los sentidos, el cerebro y el corazón) y además al ser elaborativo y de comprensión es un aprendizaje en el que la información se retiene más tiempo y mejor.
Entonces, ¿por qué no utilizarlo en la actualidad?. Pienso que quizás seguir el método de Rousseau con todos los conocimientos que tenemos que abarcar, es complicado, pero sí que se podrían hacer algunos cambios para acercarse más a una educación como la de Rousseau y al aprendizaje significativo de Ausubel y Piaget, que también se oponía al método memorístico y establecía tres fases: asimilar, relacionar y organizar la información.
Por ejemplo, creo que para los niños de edades más tempranas, podían hacerse más ejercicios que trabajasen el trabajo en equipo (que es aplicable a todas las edades), como pequeñas obras de teatro, en las que se trabajaría el cuerpo, el cerebro y los sentidos. Para cursos posteriores, ver ejemplos prácticos y reales de lo que se está estudiando, por ejemplo, si el temario trata de la prehistoria, visitar un lugar donde haya restos arqueológicos o museos donde se exponga lo estudiado, ya que en mi opinión muchas veces se estudian cosas que nos parecen muy difíciles de alcanzar o constatar en un sitio que no sea sobre el papel de nuestros libros.
Otro ejemplo es el de los idiomas, que comenzamos a estudiar leyendo y hablando al mismo tiempo, cuando los niños, al empezar a hablar de manera “natural”, lo hacen escuchando y hablando la lengua nativa, es decir, no aprende al mismo tiempo a leer, sino que primero escuchan, a continuación reproducen, y años después es cuando se les enseña la lectura y gramática de la lengua. Esto se comprueba en que hay muchas personas que hablan y entienden una lengua extranjera perfectamente y sin embargo no saben escribirla, eso demuestra que, aprender a hablar y escribir en paralelo es un aprendizaje lento.
Por otro lado, está claro que este método sería difícil de llevar a cabo hoy en día (exceptuando quizás el ejemplo de los idiomas), pero pienso que con pequeños cambios se puede lograr uno más grande y mejor para la educación y el aprendizaje de los niños, haciendo de este un “juego” y dando siempre una visión positiva de aprender nuevas cosas, aumentando el gusto por aprender.

Fuentes utilizadas:
Libro Historia de la filosofía y de la ciencia 2º Bachillerato, Editorial Laberinto.

Alguien a quien le gustaría poder llevar a cabo estos cambios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario